miércoles, 15 de enero de 2014

Si Dios fuera una mujer

 
¿Y si Dios fuera una mujer?
Juan Gelman

¿y si dios fuera mujer?
pregunta juan sin inmutarse

vaya vaya si dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas

tal vez nos acercáramos a su divina
desnudez
para besar sus pies no de bronce
su pubis no de piedra
sus pechos no de mármol
sus labios no de yeso

si dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos sida o pánico
nos contagiaría su inmortalidad

si dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos
sino que nos aguardaría en el zaguán del
infierno
con sus brazos no cerrados
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles

ay dios mío dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería
qué venturosa espléndida imposible
prodigiosa blasfemia.
Mario Benedetti
Hoy 15 de enero se ha ido de este mundo terrenal el poeta argentino Juan Gelman (Premio Cervantes 2007). Un poeta de la resistencia desde las trincheras que sufrió en carne propia la bestialidad de la última dictadura argentina. Así, perdió a su hijo, a su nuera y a su nieta, que más tarde, y luego de insesante e incansable búsqueda, recuperó. Durante los años que la buscó incansablemente le escribió: “Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración... el mismo mes y año, asesinaron a tu padre de un tiro en la nuca...” 

 

M. A., de Juan Gelman en Valer la pena (2003)
 
Estas visitas que nos hacemos,
vos desde la muerte, yo
cerca de ahí, es la infancia que
pone un dedo sobre
el tiempo. ¿Por qué
al doblar una esquina encuentro
tu candor sorprendido?
¿El horror es una música extrema? ¿Las
casas de humo donde vivía
el fulgor que soñaste?
¿Tu soledad obediente
a leyes de fierro? La memoria
te trae a lo que nunca fuiste.
La muerte no comercia.
Tu saliva está fría y pesás
menos que mi deseo.



Se me ocurrió que, a modo de pequeñísimo homenaje personal,  rescatar esta otra anécdota, que nada tiene de trágica.Cuando un diario español pidió a escritores hispanohablantes que eligieran una palabra que mejor reflejara a su país, Gelman propuso la que según él más nos caracteriza a los argentinos: boludo. Y dijo que lo eligió porque:

“Es un término muy popular y dueño de una gran ambivalencia hoy. Entraña la referencia a una persona tonta, estúpida o idiota; pero no siempre implica esa connotación de insulto o despectiva. En los últimos años me ha sorprendido la acepción o su empleo entre amigos, casi como un comodín de complicidad. Ha venido perdiendo el sentido insultante. Ha mutado a un lado más desenfadado, pero sin perder su origen”. Como han dicho, ya es hora que las 'malas palabras' dejen de ser tan malas para pasar a ser sólo palabras.http://www.revistaenie.clarin.com/Juan-Gelman-eleccion-de-boludo_0_1022297762.html
 
 Juan Gelman: el hombre de la mirada triste
 
 
 
 
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¿Quién saca las manos de la noche
 con el vacío que no tienen? ¿Es
 posible dar vuelta la lengua, palpar 
 su agujero de nuncas? ¿Verla 
como si antes no fue?¿Y qué, y después de qué, y después cómo? 
¿Y cuánta sangre eso?Agarrar todas las palabras, pisarlas 
y que salgan a otra luz, a otra boca.
 Que vuelen en la desposesión. 
Que empiecen otra vez.