jueves, 22 de mayo de 2014

LA PALOMA

  Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
  Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
  Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
  Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
  Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
  (Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)

Rafael Alberti

 
Quino y Mafalda



"Sería lindo despertar un día y encontrarse con que la vida de uno depende de uno"



Mafalda me acompaña desde que era chiquita. Es parte de mi vida, de mi biografía, y de la de todos los argentinos desde hace muchos años. Si bien se la ve así de pequeñita, tiene algo mas que unos 50 años. No sólo es una historieta, es más que eso. Algunos podrán no estar de acuerdo conmigo, pero es una forma de literatura, cercana, consisa, pero que transmite mucho más de lo que a algunos les gustaría. Dicen por ahí que acercarse a esta historieta es como acercarse a conocer la Argentina. [http://www.quino.com.ar/]


"Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo"

Hoy le han otorgado el Premio Prícipe de Asturias de las Artes y las Letras a Quino, su creador. No podría hacerme más feliz....y esta es mi manera de celebrarlo. ¡Qué seriedad la mía! Faltase más!

"A medio mundo le gustan los perros, y hasta el día de hoy nadie sabe qué quiere decir guau"

Podría decirse que Quino, a través de mafalda, ha sido un lector de la sociedad argentina, y de sus circunstancias. Si aún no conocen a Mafalda, les recomiendo que rápido lo hagan, no sólo podrán entrar de lleno en la vida de los argentinos de los '60 y de los '70, sino que lo harán en la vida de muchos latinoamericanos. Y si pueden, regalenle a los niños Mafalda, seguro que les va a gustar. A las mías les encanta!




miércoles, 7 de mayo de 2014

LA MUJER DE HUMO
Dulce María Loynaz

 

 Hombre que me besas,
hay humo en tus labios.
Hombre que me ciñes,
viento hay en tus brazos.

Cerraste el camino,
yo seguí de largo;
alzaste una torre,
yo seguí cantando...

Cavaste la tierra,
yo pasé despacio...
Levantaste un muro
¡Yo me fui volando!...

Tu tienes la flecha:
yo tengo el espacio;
tu mano es de acero
y mi pie es de raso...

Mano que sujeta,
pie que escapa blando...
¡Flecha que se tira!...
(El espacio es ancho...)

Soy lo que no queda
ni vuelve. Soy algo
que disuelto en todo
no está en ningún lado...

Me pierdo en lo oscuro,
me pierdo en lo claro,
en cada minuto
que pasa... En tus manos.

Humo que se crece,
humo fino y largo,
crecido y ya roto
sobre un cielo pálido...

Hombre que me besas,
tu beso es en vano...
Hombre que me cines:
¡Nada hay en tus brazos!

martes, 6 de mayo de 2014

Nu Shu: escritura de mujeres

"Los hombres se atreven a salir de casa 
para enfrentarseal mundo exterior, 
pero las mujeres no son menos valientes al crear
 un lenguaje que ellos no pueden entender"

"En una remota provincia de China, las mujeres crearon hace siglos un lenguaje secreto para comunicarse libremente entre sí: el nu shu. Aisladas en sus casas y sometidas a la férrea autoridad masculina, el nu shu era su única vía de escape. Mediante sus mensajes, escritos o bordados en telas, abanicos y otros objetos, ellas daban testimonio de la complejidad de su mundo." [Lisa See 'El Abanico de Seda']

El nu shu  se trasmitía entre mujeres, de madres a hijas, o entre cuñadas, y aunque existe desde hace aproximadamente unos 1700 años, no se supo de su existencia hasta 1983, debido al secreto que rodea esta lengua. Así, todos los escritos eran quemados en el funeral de su autora. Como consecuencia, sobrevivieron muy pocos manuscritos de esta escritura de mujeres.

Yang Huanyi, última mujer en hablar este idioma
.
 El nu shu nació de las mujeres para las mujeres, que al ser expulsadas del idioma de los hombres, carecían de educación y estaban sometidas al poder de los varones. "Esta respuesta genérica ante la exclusión se expandió en redes afectivas, acuerdo entre madres e hijas, entre amigas, vínculos más fuertes que la sangre misma. "Hermandades Juradas" que repartieron los mensajes cotidianos, las emociones, los deseos y los sueños que vivían a diario las campesinas analfabetas, las mujeres sometidas." [Marco Aurelio Rodriguez]





Joaquín Sorolla: 'En el Jardin'