viernes, 23 de septiembre de 2016

Muéstrame tu biblioteca y te diré qué
lector eres.....

Mis libros

Esta es la idea de un maravilloso blog que descubrí esta semana: The Archivists, https://www.thearchivistsblog.com/archivists/ , y que coordinan Marie-Pacifique Zeltner y Valentine Spinelli. La idea es la de 'muéstrame tu biblioteca, y te diré qué lector eres...'. Así, fotografiando los interiores de las casas/departamentos de lectores pasionales y entrevistándolos sobre sus lecturas preferidas, se puede saber qué lector se es. O eso parece.

Una de mis bibliotecas

Las autoras del blog nos dicen que 'no sólo entran con interés en los diferentes universos literarios, además descubren también sorprendentes personalidades que se muestran sin pudor en su relación con los libros.' '¿Cómo viven con los libros? ¿Qué dice sobre nosotros ese libro en particular que dejamos encima de esa estantería? Al visitar el blog y cada una de las entradas, se descubre el universo ecléctico y apasionante de cada uno de los entrevistados.



Si pueden, visiten el blog, es precioso. He mirado todas las bibliotecas, los libros, todo. 

lunes, 19 de septiembre de 2016

El cuestionario de Proust y
'Shakespeare and Company'

Como suelo hacer una vez por semana, hoy he ido a caminar por Paris. Esta vez, mi recorrido era cinematográfico. Quería pasar por uno de los lugares que aparecen en la película de Woody Allen, 'Midnight in Paris'. Más concretamente, acercarme a las escaleras de la iglesia Saint Etienne du Mont, donde el protagonista (Gil) se sube al coche, después de que suenen las doce campanadas de medianoche, que lo recoge y lo transporta al París de los años veinte.

Saliendo de allí, regresé hacia el Senna y llegué a la célebre librería Shakespeare and Company, que también aparece en el film, y en la que ya he estado incontables veces. No deja de cautivarme la historia de esta peculiar librería. Ernest Hemingway o Scott Fitzerald la frecuentaban en sus orígenes y más tarde, con una posterior mudanza y cambio de propietario, los escritores de la llamada 'Generación Beat' también pasaron por allí. Así, Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti, Gregory Corso, William Burrougs o Jack Kerouac, la visitaron. Tratando de no desviarme del tema, en el Centro Georges Pompidou se presenta una excelente exposición sobre la Generación Beat, muy recomendable.

En fin, estaba en la librería tomando un café cuando me topé con una curiosidad literaria que decidí compartir en el blog: el cuestionario Proust

Este cuestionario era, originariamente, un famoso juego de mesa inglés de finales del Siglo XIX y principios del XX, de preguntas y respuestas. En él se contestaban una serie de preguntas personales que se guardaban en un álbum de confesiones.

El cuestionario  llegó a las manos de Marcel Proust, a través de su amiga Antoiniette Faure, y lo contestó. Un tiempo después, reescribió el cuestionario con preguntas que incitan a reflexionar sobre la vida, la muerte, el amor y la felicidad en Las confidencias de salón. Así, Proust publicó sus respuestas en este texto y así surgió este célebre cuestionario.

Segundo Cuestionario de Proust

El Cuestionario que tuve entre mis manos, y que me quedé, es una adaptación moderna del de Proust. 

Cuestionario Proust
Mi cuestionario incluye preguntas como: Cuáles son mis tres escritores favoritos, cuál es mi idea de la felicidad, qué personaje de un libro me gustaría ser, cuando miento y porqué, cuál era mi libro favorito de niña, cuál es el peor libro que leí.....y así hay 30 preguntas. 

Qué linda sorpresa literaria!






domingo, 11 de septiembre de 2016

'De qué hablo cuando hablo de correr' 

Haruki Murakami

Ver imagen original

"Escribir honestamente sobre el hecho de correr es también escribir honestamente sobre mí" dice el escritor japonés Haruki Murakami en este libro. Así, podría decirse que el libro es "una especie de 'memorias' que giran en torno al hecho de correr." 

Pero no sólo es una memoria de su vida como corredor, sino también es una reflexión profunda e interesante sobre su actividad como escritor. Correr es una de las bases de su vida cotidiana, y lo hace bastante en serio. 

Como escribir: "Para mí, escribir una novela es enfrentarse a escarpadas montañas y escalar paredes de roca para, tras una larga y encarnizada lucha, alcanzar la cima. Superarse a uno mismo o perder: no hay más opciones."

Generalmente. se cree que los escritores llevan vidas desordenadas, poco sanas y alejados del orden. Se piensa que así, pueden romper con el orden establecido y acercarse a lo más puro y esencial, a lo más 'artístico'. Murakami nos dice que "este tópico está muy arraigado en la sociedad", pero que no es así. 

Es cierto, escribir - o más bien, el hecho artístico dirá - contiene 'agentes insanos y antisociales'. Por ello, para escribir algo potente, se necesita desarrollar un sistema autoinmune, que nos va a consumir una enorme cantidad de energía. Esta energía, según el escritor japonés,  debe obtenerse de algún lado. Para él, de correr. Aumentar esa 'fuerza física de base' es un elemento indispensable para comenzar la aventura de la creación literaria. Su teoría es que "para tratar con cosas insanas, las personas tienen que estar lo más sanas posibles."

"No soy un corredor de los buenos, pero al menos tengo una gran capacidad de resistencia." Lo mismo le sucede como escritor. Dice que no es un escritor dotado de talento natural capaz de escribir una gran novela fácilmente. Él debe "tomar el cincel y el martillo e ir picando poco a poco el suelo rocoso hasta abrir un profundo boquete; si no, no consigo llegar al manantial de la creatividad. Escribir una novela me exige malgastar mucha fuerza física."

Correr después de más de veinte años va con su carácter, es una actividad solitaria, casi antisocial. "Correr tenía algunas grandes ventajas. Para empezar, no hacen falta compañeros ni contrincantes. Tampoco se necesita equipamiento ni enseres especiales. Ni hay que ir a ningún sitio especial. Con un calzado adecuad y un camino que cumpla las mínimas condiciones, uno puede correr cuando y cuanto le apetezca."

Murakami empezó a correr en 1982, tenía 33 años. Dice, "me hice novelista por iniciativa propia. Del mismo modo, uno no se hace corredor porque alguien se lo recomiende. En esencia, uno se hace corredor sin más." Y agrega, que si quisieran grabarle un epitafio en su tumba, debería decir: 'Haruki Murakami. Escritor (y corredor). Al menos aguantó sin caminar hasta el final."