viernes, 27 de mayo de 2016

Pequeños poemas


Silvia Baron Superville

cambié de sitio
la fotografía
a fin de liberar
su mirada
de la mía






'Cuento para antes de dormir' 
de
Anton Ebert
(1883)





Cuando se muestra a las mujeres leyendo, en general se lo ha hecho en espacios interiores o domésticos. Como dice Guillermo Solana, esto es así porque de esta manera "ellas pueden vivir su vida a través de otras vidas". La lectura es placer, es libertad y es, al mismo tiempo, prohibición.

Qué se lee, qué se debe leer, cuándo se debe leer, quién debe leer, son algunos de las interdicciones que se nos hace. Pero las mujeres saben mucho de resistencia y de rebelión.

Este precioso cuadro no habla de una lectura silenciosa y solitaria, hecha a hurtadillas, sino todo lo contrario, nos habla de un placer compartido. Mirar las caras embelesadas de los niños!


martes, 10 de mayo de 2016

Otra magnífica miniatura: Mozart de camino a Praga

Con los años he desarrollado una cierta fascinación por cierto tipo de libros...Algunos los llaman 'novelas cortas' y otras, como Rosa Montero, las llaman 'miniaturas' o 'novelas pequeñitas'. Goethe las llamó Novelle, y las caracterizaba como "un acontecimiento inaudito que ha tenido lugar'.

Como suele sucederme, muchos libros caen en mis manos por azar. Ciertamente, otros los busco con ahínco, pero los que llegan casi casi por sorpresa son los que me atrapan vorazmente. Este librito apareció así, por azar. No siquiera se cómo llegó a mí, estaba en mi biblioteca, esa que nunca llego a ordenar meticulosamente, y en la que apilo libros por temporadas, por épocas, por escritor o escritora, pero sin seguir un soñado orden. Algo que recuerdo cada vez que busco algún libro o autor.

En fin, que esta maravilla de la literatura cayó en mis manos y desde que comencé a leerla no pude parar. ¡Qué belleza! Eduard Morike escribió 'Mozart de camino a Praga' entre 1855-1856 y, según relata Rosa Sala Rose, en el Prólogo, no volvió a escribir algo de tal envergadura hasta su muerte. Dice además, que ésta obra "es una de las más logradas transformaciones de la música en palabras que nos ha legado la literatura."

El relato transcurre en un solo día. En éste, Morike nos mostrará "un pequeño retrato del carácter de Mozart". Mozart, de camino a Praga con su esposa Konstanze unos años antes de su muerte, hacen un alto en el camino para descansar y allí, como ocurre en sus obras, le ocurre un incidente - Mozart arranca la fruta de un naranjo y es detenido por el jardinero - que desencadenará una serie de imprevisibles acontecimientos.


Si bien la armonía musical que domina el relato podría parecernos idílica, gracias a las cualidades de Morike, se cierne sobre éste también, la inevitabilidad del destino trágico de Mozart, sus padecimientos, su fragilidad económica y su genialidad. Como pretendía el autor, cuando se termina la lectura una no puede librarse de cierta 'melancólica emoción'.

Todos aquellos y aquellas que aman la música y la obra de Mozart, no deben dejar de leer este libro, y si es posible con su música de fondo, como he hecho yo al escribir esta breve entrada. Me ha recordado a mi querido amigo Walter, amante confeso de la música de Mozart.