martes, 18 de septiembre de 2012



Alice Munro

“No puedo ponerme en la cabeza de los hombres por una simple razón: nunca voy a poder sentir, como ellos, que lo más natural
sea que todo gire alrededor de mi trabajo y mis intereses.”

Alice Munro

Hoy me había levantado con la firme convicción de escribir aquí sobre Alice Munro. Estuve leyendo y buscando información sobre esta escritora canadiense, eterna candidata al Nobel de literatura, y a la que he leído. Una de las cosas que más me atrajo de su escritura es que nos habla de personajes comunes, como yo, como vos, como ella, como nuestra vecina, como mi madre y la tuya, nos habla de hechos cotidianos, aparentemente sencillos

"La vida de la gente es suficientemente interesante si tú consigues captarla tal cual es, monótona, sencilla, increíble, insondable"

Pero nada hay de sencillo ni ordinario en sus historias. Complejidad y dureza son las palabras que se me ocurren.

En sus historias, así como en lo que deja deslizar en las entrevistas, Munro toca profundo. Cómo hacer lo que una quiere hacer, como construir un espacio propio y defenderlo y preservarlo de la vida doméstica, la maternidad, las culpas de la maternidad, la profesión, los reveses, la soledad, el amor, la pareja, las hijas, las y los amigos, los otros, etcéteras y etcéteras.

Leo cuando cuenta cómo hacía para escribir con sus hijas, y me siento puesta en palabras, me veo a mí misma. Munro cuenta cómo aprovechaba el tiempo de siesta de las niñas para escribir en el cuarto donde ha colocado el cuaderno y la máquina. Ese cuarto propio básico para poder tener, o aspirar a tener, según Virginia Woolf una vida plena estaba para Munro en el cuarto de la plancha.

 "Mira, los bebés finalmente dormían la siesta, quisieran o no, y entonces yo me ponía a escribir. No estaba pensando en ellos. Estaba pensando en mí. Quizá habrían sido más felices si yo les hubiese dedicado más tiempo y menos a mi literatura, no lo sé. Pero para mí no era una opción, sentía que tenía que luchar por ese espacio propio donde no era ni mujer ni madre. Hoy todavía me escapo al mismo sillón donde desarrollo mi vida espiritual. "


Su hija Sheila cuenta en un libro conmovedor (Vida de madre e hijas. Creciendo con Alice Munro) cómo cuando ella y sus hermanas irrumpían en aquella habitación su madre retiraba el cuaderno a un lado, como si quisiera dar a entender que estaba haciendo la lista de la compra. Para ella,

"Cuando un hombre sale de una habitación deja todo detrás, cuando una mujer lo hace lleva todo lo ocurrido en esa habitación con ella".

Desde niña se había sabido rara y distinta, y había comprendido que para no sufrir el escarnio de los demás tendría que disimular, fingir que acataba las expectativas permitidas a una mujer. Preferir secretamente la vocación de la literatura a la de la maternidad tenía algo de impulso de perdición. Así, Alice Munro comenzó a publicar algunos cuentos en revistas y a recibir alguna atención, pero luego se retiró  hacia la vida familiar lo que la llevó a pasar algunos años de silencio. Esto no duraría mucho. Después, ella se dedicaría a la escritura con todo ahínco, como una necesidad vital [http://www.javiermarias.es/2005/08/alice-munro-duchess-of-ontario-en-el_06.html. Al respecto dice que a veces “hay momentos en la vida en los que hay que ser egoísta en un grado tal que, luego, de mayor, uno pueda condenarlo. De eso trata ser humano.” 

Alice Munro dijo en una ocasión: ‘El triunfo de mi vida ha sido que ninguno de los ambientes en los que me encontré dominaron sobre mí’. Se había hecho una experta en ‘el arte del engaño’, como decía ella: hacer como que era una esposa y madre normal, y se equilibraba entre el vivir en la superficie del día a día, y su verdadera vida que era la escritura. Se acomodaba a una realidad ficticia para poder mantenerse como observadora, derrochando honestidad en sus cuentos.

Algunos de sus libros son: ‘Las vidas de las mujeres’, ‘Las lunas de Júpiter’, ‘El progreso del amor’, ‘Amistad de juventud’, ‘Secretos a voces’, ‘El amor de una mujer generosa’, ‘Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio’, ‘Escapada’, ‘Demasiada felicidad’ y muchos otros. Las invito a descubrirla, probablemente encontrarán puestos en palabras, muchos de los interrogantes que las mujeres nos planteamos día tras día.



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