martes, 21 de junio de 2016

Nombres raros...pero raros

Chone es un pueblo de Ecuador que cuenta con unos 20.000 habitantes. Hasta aquí nada diferentes, salvo que Chone es la capital mundial de los nombres raros: Alí Babá, Burger King, Vick Vaporup, Alka Seltzer, Lincoln Stalin...son algunos de ellos. Yo desafío a quien lea esta entrada a no reírse!

Como escribe Isabel García, para el diario El Mundo:

"El juez Adolfo Hitler Flores de Valgas Alava nació el 12 de julio de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, y de ahí se le quedó el nombre. Nació en Chone, un pueblo de 20.000 habitantes situado en el interior de Ecuador. Al juez Flores nadie se atreve a llamarle Hitler, y se queda para sus vecinos en un más discreto Adolfo.

El que su padre decidiera ponerle el nombre completo del genocida le libra del oprobio. Menos suerte han tenido Hitler Corral, el mecánico, y Hitler Mendoza, el de «allá abajo». Chone se vanagloria de ser la capital mundial de los nombres raros.

El padre del juez Adolfo Hitler Flores no hacía más que escuchar en aquellas viejas radios de onda media que un tal Hitler estaba haciéndose con toda Europa. Y no se le ocurrió otra cosa que honrar sus hazañas llamando así al quinto de sus 17 hijos. Eso, al menos, es lo que piensa el damnificado, Adolfo Hitler Flores de Valgas Alava, puesto que su ingenioso padre ya no está para contarlo. «Le impresionó que Hitler pudiera reconstruir Alemania después de lo mal que quedó en la Primera Guerra Mundial», intenta justificar esta víctima onomástica y colateral del führer. Pero no cuela. Y él lo sabe. «Claro que no me gusta mi nombre, y pensé cambiarlo porque soy juez y es motivo de guasa, pero le debo un respeto a mi padre». En su despacho hay un ejemplar de Mi lucha, el ideario del genocida nazi. Adolfo (Hitler) lo muestra. «Para criticar hay que conocer». Y que nadie se atreva a decirle Hitler, que se cabrea. «Mejor Adolfo». Y de fotos nada. Aunque el pueblo entero sabe de sobra cómo se llama.

Los habitantes de Chone y los habitantes de la provincia de Manabí, lucen en sus carnés de identidad nombres como Hitler, Unidad Nacional Centeno, Burger King Herrera, Alí Babá Cárdenas, Vick Vaporup Gíler, Conflicto Internacional Loor, Cien Pies Pinares, Puro Aguardiente Zambrano...

Los habitantes de Chone propenden también al uso abusivo de diminutivos (Giocondita o Simoncito), apelativos tergiversados (Yoni en vez de Johnny, Guasintong en lugar de Washington o Zoraya con z); no falta el recurso a los clásicos (Pericles, Homero, Platón, Trajano...) y algunos, incluso, buscan el nombre de sus hijos al otro lado del Telón de acero (Stalin, Lenin...). Simón Bolívar, Napoleón o Cristóbal Colón Jaramillo campan por las calles del pueblo. Y encantados... Y en la guía también figuran Frank Sinatra o John Kennedy Suárez, este último dueño de una ferretería que nació el día del magnicidio en Dallas. El padre de JKS incluso envió una carta a la viuda Jacqueline contándole su ocurrencia. Y la futura señora Onassis le respondió agradecida.

«A campeonatos de nombres raros no nos gana nadie», se carcajea Wilson Waner Flores de Valgas, sobrino de Hitler. «Conocí a una tal Alka Seltzer. Le pusieron así porque esas pastillas fueron las únicas que aliviaron los dolores de su madre en el parto». Después, recita de carrerilla los nombres de los más egregios vecinos de Chone: Arcángel Gabriel Salvador, Blanca Nieves Vera, Land Rover García... O Tranquilino Loor, conocido como don Tranco y dueño de una tienda de abastos. «¿Por qué no me llamaron Juan Carlos?», bromea. El nombre viene de un antepasado, pero no siempre le hizo gracia. «No me querían nombrar gerente del Banco de la Vivienda; no creían que me llamara así».

Sin embargo, siempre está la opción de cambiar de nombre. Entre los que optaron por cambiar de nombre está don Espíritu Santo Zambrano, que eligió Oscar Espíritu en 1992, tras pasar avergonzado buena parte de su vida. De hecho, no quería ni aparecer en este reportaje. Su historia es cómica, ya que su madre escribió una nota a su padre con el nombre con el que quería inscribirle, pero el buen señor se emborrachó con unos amigos y al llegar a la parroquia se le ocurrió lo de Espíritu Santo. Además, tuvo otras tres hijas: Fe, Esperanza y Caridad. La anécdota la cuenta el sobrino, Napoleón.

El cambio de nombre es comprensible con historias así. Que se lo digan a Darling Chunga (es un hombre), cuya madre vio un darling en el diario de ese día; a Dos a Uno Angulo, que nació el domingo en el que el equipo de su padre triunfó sobre el San Lorenzo; a Mary Nissan (como el coche) Loor, la esposa de un abogado de Chone; a Diosita Párraga, que le debe el nombre al novio de su tía, Diosito; o a la peluquera España Parrales, que nació el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, patrón de España. «Al menos me gusta más que Santiaga, que era la otra opción...»."El Mundo

Si, es cierto. La realidad latinoamericana supera a la ficción, decía Gabriel García Márquez.

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