sábado, 25 de agosto de 2012


Un cuarto propio
 

Nota rosa: la novela. J. McNeill Whistler

"Mi credo es que ese poeta que jamás escribió una línea y que yace en la encrucijada, vive todavía. Vive en ustedes y en mí y en muchas otras mujeres que no nos acompañan esta noche, porque están lavando los platos y acostando a los chicos. Pero vive, porque los grandes poetas no mueren: son presencias continuas; sólo precisan una oportunidad para andar entre nosotros de carne y hueso. Pienso que en breve, ustedes le podrán ofrecer esa oportunidad. Porque mi credo es que si perduramos un siglo o dos [...] y tenemos quinientas libras al año y un cuarto propio; si nos adiestramos en la libertad y en el coraje de escribir exactamente lo que pensamos; si nos escapamos un poco de la sala común y vemos a los seres humanos no ya en su relación recíproca, sino en su relación a la realidad; si miramos los árboles y el cielo tales como son; si miramos más allá del cuco de Milton, porque no hay ser humano que deba taparnos la vista; si encaramos el hecho (porque es un hecho) de que no hay brazo en que apoyarnos y de que andamos solas y de que estamos en el mundo de la realidad y no sólo en el mundo de los hombres y las mujeres, entonces la oportunidad surgirá y el poeta muerto que fue la hermana de Shakespeare se pondrá el cuerpo que tantas veces ha depuesto. Esperar que venga sin esa preparación, sin ese esfuerzo nuestro, sin esa resolución de que cuando renazca le será posible vivir y escribir su poesía, es del todo imposible. Pero sostengo que vendrá si trabajamos por ella y que vale la pena trabajar hasta en la oscuridad y en la pobreza." Virginia Woolf

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